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Especialista en Gestión de Calidad, Seguridad Industrial y Medio Ambiente Cuenta con una amplia experiencia implementando y gestionando Sistemas de Calidad en el sector Manufacturero.
Publicado el 30 octubre, 2015
Tiempo estimado de lectura 4 minutos
A lo largo de mis de 17 años de carrera envuelta dentro de los procesos de calidad en diversas empresas y organizaciones dentro y fuera del país, he podido notar que, los altos ejecutivos, dueños de negocios, gerentes, jefes, supervisores, etc, desean aumentar la eficiencia, la satisfacción del cliente y la rentabilidad sin embargo no todas aprovechan el poder pragmático que la norma ISO 9001 ofrece.
En relación a la norma ISO 9001, es fácil encontrar pensamientos tipo:
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Podemos entonces establecer dos perfiles distintos de empresa:
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El problema de las empresas tipo B es que, en general, tienen sistemas de gestión de calidad poco adecuados a la empresa. Estos sistemas han sido desarrollados totalmente enfocados a conseguir la certificación y no como un medio para llegar a la mejora de los procesos y resultados de la organización siguiendo los principios de la calidad total.
Estas, en la mayoría de los casos son Organizaciones:
Las consecuencias de estos aspectos son que debido a la ineficiencia de los procesos y que en muchas ocasiones no se ha hecho el trabajo correcto en las áreas de formación e información, los integrantes de la empresa no creen en el sistema ni en que éste sirva para algo. Esto lleva inevitablemente a la degeneración del concepto poniendo en tela de juicio el valor real de la gestión de la calidad, que ha sido objeto de debate en innumerables foros y espacios de discusión encontrando gente de cada lado del debate.
Pero lo cierto es que de acuerdo a un artículo publicado en 2010 por la Escuela de Negocios de Harvard se documenta un estudio empírico que examinó los beneficios realizados por 916 organizaciones que aplicaron la norma ISO 9001 en comparación con 17,849 que no la habían aplicado.
Algunos de los beneficios empresariales señalados por las empresas que lo aplicaron en comparación con los que no, tenían las siguientes características:
Y la realidad es que se sigue incrementando el número de empresas que adoptan y certifican el modelo a nivel mundial y están mejorando su desempeño.
La norma ISO 9001 ofrece más beneficios de calidad y debe ser pensada como una herramienta de gestión empresarial de una organización que puede utilizar sin duda para impulsar el valor, mejorar sus operaciones y reducir sus riesgos.
El Rol de la Alta Dirección es clave para un real aprovechamiento
La última revisión de la norma ISO 9001:2015 aprobada en septiembre de este año desarticula el concepto y presencia del Representante de la Dirección ante el Sistema de Gestión de Calidad, que generalmente era una persona ligada al área misma de calidad y que no lograba el debido involucramiento en el Sistema de toda la Organización y lo sustituye por un rol de liderazgo clave a cargo de la Alta Dirección.
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Específicamente en el apartado 5.1 de la norma se establece el requisito para la Alta Dirección de demostrar su liderazgo y compromiso:
La alta dirección debe demostrar liderazgo y compromiso con respecto al sistema de gestión de la calidad:
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Y en el apartado 5.1.2 se establece el requisito de que la Alta Dirección debe demostrar también su liderazgo y compromiso en cuanto al enfoque al cliente, que como sabemos, es uno de los principios de la gestión de calidad.
La Alta Dirección debe demostrar liderazgo y compromiso con respecto al enfoque al cliente asegurándose de que:
En resumen, la Alta Dirección debe ejercer directamente el liderazgo con acciones concretas y efectivas, si realmente se busca darle a la Organización una aplicación efectiva y eficaz de la norma y no usarla únicamente como sistema paralelo y poco útil para la mejora de la misma. Esto puede lograrse a través de:
Para las organizaciones que van en esta línea (tipo A) y aquellas que recién implementaran el sistema, la tendrán mas simple.
Sin embargo, ¿Qué pueden hacer las organizaciones tipo B, para aplicar de manera eficaz la norma y obtener resultados significativos para la sobrevivencia de la misma?
La solución pasa por rediseñar el sistema de gestión de la calidad partiendo de un análisis profundo que contemple los siguientes puntos:
Y tras ello, definir un plan de acción que conlleve a que el sistema de gestión de la calidad sea un primer paso para la mejora de los resultados empresariales y que, en muchos casos, acabarán empleando el Modelo de la Excelencia como herramienta básica para la evaluación de la gestión y sus resultados.
La Alta Dirección asume un gran reto con esta nueva versión, ya que deberá demostrar que tiene capacidad de cumplir con sus funciones y además implicarse aún más con su Sistema de Gestión de la Calidad contribuyendo de manera concreta y real a los resultados de la Organización y evitando que el mantenimiento de su sistema sea una “carga” si no una necesidad estratégica.
Bibliografía:
Documento de la ISO Survey of Certification del 2014,
Quality Management and Job Quality: How the ISO 9001 Standard for Quality Management Systems Affects Employees and Employers by David I. Levine and Michael W. Toffel – January 2010
Fuente Gráfica: www.freepik.es
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