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Publicado el 15 julio, 2015
Tiempo estimado de lectura 5 minutos
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Los clientes prestan especial atención al precio; sin embargo, sus exigencias, debido a la amplia oferta suelen ser elevadas, lo que lleva a las organizaciones a mejorar constantemente el servicio al cliente y paralelamente enfocarse en la búsqueda de una eficiencia operacional que les permita ser más competitivos.
Fruto de esta tendencia nace en el modelo LEAN, enfocado en hacer más con menos, a través de su orientación a la eliminación de desperdicios.
DESPERDICIO | VALOR |
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Las premisas sobre las que se establece el Modelo LEAN son:
Sin embargo, el interés por reducir el desperdicio, puede llevarnos a reducciones severas y poco planificadas; por ello, analizar detenidamente y comprender los factores que impactan en los costos, y sobre todo prevenir los efectos vulnerabilizadores de la calidad que nuestro cliente final recibe, es la garantía de nuestra continuidad organizacional.
El modelo LEAN proporciona las herramientas para reducir rápidamente, y de manera drástica, los tiempos y el desperdicio en cualquier proceso, sin perder de vista la satisfacción del cliente.
En este artículo nos enfocaremos en la identificación del desperdicio, para ello veremos las 7 caras del desperdicio, todo empieza con el desperdicio. Aunque las empresas a menudo buscan mejoras en los pasos que agregan valor, los mayores ahorros se pueden encontrar atendiendo primero el desperdicio en sus procesos, algunos desperdicios tienden a ser muy visibles, mientras que otros pueden ser más difíciles de detectar, por lo que es preferible realizar un mapeo y análisis de la cadena de valor para detectarlos, aunque podemos a priori saber que podrían presentarse en procesos como:
1.- Transporte: las entradas, las salidas o los movimientos intermedios que implica un proceso. El desperdicio en el transporte en general se produce por el diseño y la disposición de las instalaciones, pero también puede provenir de la falta de fluidez entre distintos pasos de los procesos.
2.- Inventario: una mala sincronización en toda la cadena de suministro, que muchas veces da como resultado un desequilibrio entre la demanda y la oferta. La falta de sincronización proviene de la mala comprensión de las necesidades de los clientes, de la previsión irracional. Solo un conocimiento profundo de las fuentes de variabilidad en una cadena de suministro puede llevar al equilibrio óptimo de los inventarios.
3.- Movimiento: es decir, el movimiento ineficiente de personas. Si sigue diariamente a un colaborador, probablemente verá que cada vez sigue un camino diferente, lleno de búsquedas inútiles, posturas corporales extrañas e incomodidad. El Lean va en la dirección opuesta, con flujos celulares que incluyen rutas establecidas para el desplazamiento, procedimientos operativos optimizados y un diseño ergonómico del entorno de trabajo.
4.- Esperas: implican costos, que se acumulan con cada interrupción del proceso, por ejemplo en el proceso de solicitud de una hipoteca normalmente pasa el 99 % del tiempo encima de diferentes escritorios.
5.- Sobreproducción: es decir, fabricar y almacenar más productos y materias primas de los necesarios. En los procesos transaccionales, la sobreproducción puede pasar desapercibida mientras aumenta de manera significativa los gastos indirectos, con partidas como gastos de envío, órdenes especiales que fracasan a la hora de aprovechar las economías de escala y pagos adelantados.
6.- Sobreprocesamiento: es decir, proporcionar más de lo que el cliente quiere o de lo que está dispuesto a pagar. Para evitar el sobreprocesamiento, es necesario comprender las necesidades del cliente en todo el ciclo de valor, desde el diseño hasta la producción y la entrega. Si es posible, hay que enfocarse en el diseño original y en los departamentos de I+D con el fin de incorporar calidad y facilidad de fabricación, además de gastar menos recursos en la etapa de desarrollo.
7.- Defectos: se trata de errores en productos destinados a los clientes. Ya que usted paga por fabricar defectos, no solo por arreglarlos, debe enfocarse en áreas de desperdicio de alto costo, rediseñar y reparar en lugar de intentar aumentar la calidad de los pasos del proceso que ya aportan valor.
Ing. Natalia Vizcarra
Bibliografía:
La guía Lean Six Sigma para hacer más con menos. Mark O. George
Webgrafía:
http://jdediegomk.blogspot.com/2012/02/los-5-principios-de-lean.html
Fuente Gráfica: www.freepik.es