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Gestión de Residuos: Oportunidades de reciclaje, la minimización de residuos y sus beneficios.

Categoría: Seguridad

Categoría: Medio ambiente

Publicado el 27 abril, 2015

El tiempo estimado de lectura es de 5 minutos

La generación de residuos, de todos los colores, materiales y formas, tiende a crecer a tasas mayores que el propio crecimiento económico de los países, por lo cual ese crecimiento debería absorber el costo de implementación de las políticas de reciclaje.

El estudio What a waste, publicado por el Banco Mundial en marzo de 2012, afirma que cada día en el mundo sacamos más de 3,5 toneladas de residuos sólidos de nuestras casas al contenedor, pero alerta que esta cantidad aumentará a más de seis millones de toneladas diarias cuando se cumpla el primer cuarto de este siglo.

Una buena noticia es que ya hay muchos empresarios en diversos países del mundo que ven, en lo que otros tiran, su particular mina de oro: materia prima que además, todos están deseando quitarse de encima. La mala, es que son demasiados desperdicios los que se exportan, de manera ilegal, desde países occidentales a países del Tercer Mundo, donde los residuos son manipulados de forma poca segura e insalubre para las personas y para el medio ambiente.

Reciclar es una cuestión de economía y de sostenibilidad. Hacerlo es la salida para liberarnos de los residuos y de las sustancias tóxicas que producen y que la naturaleza es incapaz de degradar.

Gestionar, clasificar y reciclar son las palabras mágicas de este negocio que, bien realizado, interesa a todos, en primer lugar por razones ambientales y de sostenibilidad de un planeta amenazado desde demasiados frentes; también como una oportunidad de avance en un sector generador de empleo que exige investigación y desarrollo para conseguir soluciones cada vez más eficientes y verdes para nuestra basura. Los desechos son un recurso y enterrarlos en vertederos es despreciarlos de forma incomprensible.

Según datos de Eurostat sobre el reciclaje de basura de embalaje en 2011, Bélgica se sitúa a la cabeza con un 80,2%; le siguen países como Holanda (71,9%), Alemania (71,8%) o Irlanda (70,9%). España llegó ese año al 64,4%, una cifra muy superior al 39,8% de 2000.

En el Perú, la basura en su gran mayoría se desecha, no se recicla. En el siguiente gráfico se muestra la disposición final de los residuos o basura de todo el Perú. De los 7.2 millones de toneladas de residuos municipales que se produjeron en el 2011, 4.3 millones fueron a parar a botaderos informales; es decir, más de la mitad de la basura municipal no está recibiendo el tratamiento óptimo. Solo 2.7 millones de toneladas se disponen en los 8 rellenos sanitarios formales (el de Ancón que era el noveno se cerró en el 2011) y finalmente solo 173.6 miles de toneladas, equivalentes al 2,4% de basura es reciclada.

Fuente: Minam 2011

Perú todavía no aprovecha plenamente las oportunidades que ofrece el reciclaje: una alternativa inteligente, ambientalmente responsable y, lo que es más importante, potencialmente rentable.

Existe un gran potencial para la ganancia de productividad de las empresas locales –a través de la reutilización directa de insumos o productos– o para el ingreso de nuevos actores al negocio de reciclaje que faciliten este proceso a las empresas interesadas del país o del exterior.

¿Cuáles son las oportunidades de reciclaje en el Perú?

Respecto de la producción de basura en el Perú, uno puede ver el vaso medio lleno o medio vacío. Por ejemplo, si se le compara con la producción per cápita de otras economías regionales, los peruanos producen un promedio diario por persona bastante modesto (0,61 kg) comparado con el de Chile (1,05 kg) o Brasil (1,03 kg). Tomando como base este indicador, el vaso está medio lleno.

Los residuos sólidos se dividen en 2 grandes grupos de acuerdo con su origen: los municipales y los no municipales. Los residuos municipales pueden provenir de los hogares, los establecimientos comerciales y los espacios públicos. A su vez, los residuos sólidos no municipales son los que se producen en establecimientos de salud, fábricas, edificaciones, zonas de plantaciones, etc.

Sin embargo, si se considera el ritmo al que viene creciendo la producción de basura, el vaso deja de verse tan lleno. Según información del MINAM, en el año 2011, la producción de residuos municipales (7.2 millones de toneladas) se incrementó en 19,5% con relación al 2010 (6 millones de toneladas).

Es decir, mientras la economía crecía a un ritmo de 6,9%, la producción de basura creció casi el triple de rápido. O dicho de otro modo, mientras la economía tardaba algo más de 10 años en duplicar su tamaño, la basura se duplicaba en menos de 4 años.

¿Cuáles son las oportunidades de reciclaje en el Perú?

Composición de los residuos municipales en todo el Perú

Composición de la basura: 12% residuos no reaprovechables , 33% residuos reaprovechables, 6% Otros y 49% restos orgánicos.

Fuente: Minam, 2011.

Las oportunidades de negocio

Uno de los errores que se comete cuando se debaten las políticas que promueven la práctica del reciclaje es que éstas se tratan como un asunto de los ambientalistas. Lo cierto es que el reciclaje no solo genera ahorros en recursos naturales sino que puede ser un gran negocio.

Existen dos tipos de empresas que trabajan directamente con los residuos sólidos y están certificadas por DIGESA. Se trata de las empresas comercializadoras de residuos sólidos (EC RS) y las empresas prestadoras de servicios de residuos sólidos (EPS -RS). Al 2011 existían 276 empresas comercializadoras de residuos sólidos (EC RS) y cada año en promedio se vienen abriendo 40 empresas de este tipo dedicadas no sólo al tratamiento de residuos sólidos sino al acondicionamiento de productos en desuso, confección de envases a partir de desechos, etc.

Además, información de la SUNAT permite mostrar el dinamismo que está teniendo el sector del reciclaje, tanto de residuos no metálicos como metálicos. El número de empresas que participan en esta actividad aumentó de 2007 a 2012 en 119% y 109%, respectivamente.

Las oportunidades internas para las Empresas: minimizar residuos para obtener beneficios

La minimización de residuos, en el origen, significa menos contaminación y más beneficios. Cada moneda ahorrada en el costo de las materias primas, se refleja directamente en la cuenta de resultados. La gestión de los residuos propendiendo al residuo “cero”, se convertirá en una cuestión de supervivencia.

La buena noticia es que muchas medidas de minimización de residuos se pueden aplicar rápidamente sin gran inversión de capital.

¿Qué costo tienen los residuos para las empresas?

Las empresas raramente calculan el costo de sus residuos.	La eliminación de residuos puede suponer un gasto importante para las empresas, si se analiza los materiales que componen los residuos, y se añade a estos los costos de tratamiento, energía y mano de obra utilizada, se verá que el costo real de los residuos es a menudo entre 5 a 20 veces superior al costo de su eliminación.
La minimización de residuos aumenta los beneficios.	A diferencia de otro tipo de mejoras en costo, la reducción de residuos se refleja directamente en el balance final. Dado que las materias primas representan a menudo entre 30 y 60 % de la facturación, el efecto sobre los beneficios de una mejor utilización de éstas puede ser espectacular.
La reducción de residuos se amortiza en meses.	Con proyectos de minimización de residuos se puede recuperar el capital invertido en meses más que en años.
La cantidad de residuos siempre se puede reducir.	En todo momento y en todo proceso, la cantidad de residuos siempre se puede reducir. Si la recuperación del capital invertido parece pequeña conviene analizar si al calcular dicha recuperación se ha tenido en cuenta todos los costos. Incluyendo la eliminación de residuos, los materiales y equipos necesarios para ello, etc.
Controlar el proceso para controlar los residuos.	Una vez que la causa de la producción de residuos ha sido identificada, una mejora en el control del proceso a menudo puede reducirla. Algunos procesos están fuera de control y otros se controlan gracias a la pericia y conocimientos de operadores experimentados que a menudo saben más de lo que se incluye en el Manual de Control del Proceso. Aprovechar la experiencia del personal permitirá realizar cambios a ese respecto.
Precisión = Menos residuos = Más calidad.	El enfoque para la minimización de residuos requiere precisión, control, comunicación y atención al detalle. Aspectos conformantes en todo programa de Mejora Continua, Calidad Total, etc. De hecho una concentración excesiva sobre la calidad del producto final o de su producción puede aumentar la cantidad de residuos, aumentando de este modo la cantidad de piezas rechazadas en las inspecciones. La minimización de residuos va pareja a la mejora de la calidad ya que se trata de evitar que se produzcan defectos mediante una mejora en el control del proceso.
Medir para mejorar y comunicar para motivar.	El personal, desde los colaboradores operativos hasta los altos directivos, se motivan recibiendo indicadores que les muestren como está resultando su esfuerzo para minimizarlos residuos. Es recomendable introducir un control del rendimiento y de los residuos, prestando especial atención a las personas cercanas al proceso, ya que ellos son los que pueden reaccionar suficientemente rápido para prevenir la generación de residuos. Realice controles, mida y reaccione.

¿Cómo poner en marcha la minimización de residuos?

Inventariar Residuos y Emisiones

	La evaluación inicial significa contabilizar residuos y emisiones. La evaluación inicial es la primera etapa para la minimización de residuos, anotando los problemas que existen con ellos, identificando oportunidades, fijando objetivos y haciendo planes.
	Un Diagrama de Flujo vale más que mil palabras. La mejor forma de empezar es iniciar un diagrama con los flujos de materiales y residuos. Una vez que este diagrama esté preparado empiece a añadirle las cifras correspondientes a cantidades y costos. Tal vez le sorprenda lo complejo de los flujos y tenga que investigar en profundidad determinadas cifras.
	Cuadrando el Balance de Masas. El Diagrama de flujo es el punto de partida para realizar un balance de masas, el cual es necesario referir a una unidad de medida común. El objetivo es medir primero la entrada de masa total al proceso, luego la salida de productos válidos y residuos conocidos para finalmente encontrar la diferencia, que sería la pérdida total. Después se puede medir todas las corrientes de residuos individuales, e intentar encontrar la causa de todas las pérdidas. Se considera que el balance de masas es correcto si las pérdidas no cuantificadas son inferiores al 1 % de la cantidad de adquisiciones, aunque este nivel de precisión no siempre es posible de alcanzar.
	El residuo “cero” es el criterio base. Los sistemas de contabilidad financiera a menudo ocultan en su gestión interna provisiones para pérdida de materiales; lo que significa que la utilización normal del material a menudo incluye una provisión oculta que cubre los residuos. Esto puede ser aceptable para fines contables pero lo que hace es ocultar los costos reales. Los balances de masa deben comenzar desde una base de residuos “cero”.
	A la caza de pérdidas o “ineficiencias” invisibles. Una vez que haya visto lo que falta en un balance de masas, el siguiente paso es encontrar las pérdidas invisibles o la diferencia del balance de masas. Analice todas las consecuencias de sus cálculos. ¿Las pérdidas del proceso coinciden con las cantidades que se eliminan?. Mida las cifras de residuos mediante 2 o 3 métodos diferentes y haga coincidir los resultados. A menudo encontrará datos sorprendentes.